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Yin Yoga en la pared

Durante las clases de yoga es muy común usar diferentes accesorios como ayuda para acceder y mantener con la comodidad necesaria según que posturas, el bloque, el cinturón, una manta y la pared, imprescindible cuando nos cuesta mantener el equilibrio, para hacer alguna ásana invertida sin peligro de caer hacia atrás e incluso para una sesión de relajación (Viparita Karani). Partiendo de ésta última postura, Viparita Karani, os mostramos una sesión completa de Yin Yoga usando la pared como apoyo.


Éste apoyo sobre la pared nos va a facilitar el mantener durante el tiempo necesario, de manera relajada y sin esfuerzo ciertas posturas que sentados a algunas personas nos constarían un poco más, además de sumar a los benefícios propios de cada postura los beneficios de estar con las piernas hacia arriba con la espalda descansando en el suelo.

SOBRE VIPARITA KARANI


Viparita Karani Mudra (ese es su nombre completo), aunque su nombre así parece indicarlo, no es un mudra, sino una ásana. Los mudras son gestos generalmente con las manos que generan y mueven energía (prana) reflejándose en nuestra mente de distintas maneras.


"Todo el néctar que produce la luna celestial acaba siendo devorado por el calor del sol; así envejece el cuerpo. Existe una excelente práctica por medio de la cual se consigue burlar al sol. La práctica se llama Viparita Karani Mudra, en donde las posiciones o polaridades se invierten; el sol entonces se mantiene en la parte superior y la luna en la inferior, al elevar la pelvis por encima de la cabeza, y si se aumenta la duración de la práctica de forma gradual, al cabo de seis meses desaparecen las canas y las arrugas".


Hatha Yoga Pradipika .- Suami Suatmarama


Cuando se habla del sol se puede traducir como el sistema nervioso simpático, mientras que la luna, consecuentemente se relaciona con el parasimpático: "Viparita Karani activa entonces la luna, o la parte parasimpática del sistema nervioso autónomo y con esto el cuerpo entra en modo de regeneración y recuperación. Es decir, se inicia el proceso de autosanación interna".


En Viparita Karani se aumenta el flujo sanguíneo y la circulación, particularmente después de un día de estar sentado o de pie por un período prolongado de tiempo. También reduce las hinchazones, especialmente en los pies, los tobillos y las pantorrillas; descongestiona las piernas y vísceras abdominales procurando una gran sensación de alivio y descanso por el cambio de la circulación; disminuye y elimina los temores y ansiedades; equilibra el funcionamiento de las glándulas tiroides y mejora el metabolismo.

Esta postura y alguna otra de la sesión alarga los músculos isquiotibiales, que a menudo se acortan como resultado de una vida sedentaria o de sentarse en un escritorio todo el día, causando dolor de espalda baja. Al realizar esta postura, se alivia la presión y el dolor en la zona lumbar y se mejora la movilidad de los isquiotibiales.

Como alivia el dolor y aumenta el flujo sanguíneo, esta postura también relaja. Esta estimulación del sistema nervioso nos lleva a un estado más relajado y más tranquilo. Por lo tanto, también induce el sueño y nos permite dormir mejor por la noche.

Además, se realiza un poderoso intercambio de energía entre los chakras manipura (ombligo) y visuddha (garganta), estimulando su actividad.

SOBRE LA SECUENCIA


Para la sesión nos vamos a olvidar del reloj o del móvil, mantendremos las potsuras el tiempo que nuestra intuición y nuestro cuerpo nos pidan y permitan (la escucha de nuestro cuerpo físico es una parte muy importante), con un mínimo de 3 minutos cada postura. Para la última, el embrión, es suficiente con 1-2 minutos, previos a una relajación en Sávasana de 7-10 min.


Vamos a colocar una manta doblada debajo de la espalda, vamos a estar algo más de una hora tumbados y necesitamos estar lo más agusto y comodas posible. Dependiendo de nuestra rigidez en piernas y cadera daremos un poco de altura debajo de sacro y/o lumbares. Nos vamos a asegurar además de que nuestra mirada está dirigida al cielo no hacia atrás, si fuera el último caso colocaríamos un cojín debajo de la cabeza, pero evitando que el mentón se acerque al pecho. No es necesario que toda la superficie de las piernas toque la pared, si lo hacen mucho mejor, la espalda si que es necesario que esté en completo contacto con el suelo.


No forzar ninguna postura, si no estamos cómodas físicamente ajustamos hasta estarlo o deshacemos, otra cosa es la 'incomodidad' mental o emocional, intentamos gestionar esa 'molestia', observándola y llevando la atención a nuestro centro del pecho.

La respiración será consciente, un poco más profunda que la nuestra natural, inhalando y exhalando por la nariz. Un ujjayi pranayama cómodo es otra buena opción. Hacemos al final de cada postura 3 últimas respiraciónes exhalando por la boca y soltando unos pequeños suspiros.


Es importante como en cualquier otra clase de yoga tomarnos unos primeros minutos para llevar nuestra atención a momento presente y tomar consciencia de nuestro cuerpo y nuestra respiración. ( ya acostados, usando la postura de viparita karani).


Recordar observar y respetar vuestro cuerpo, no necesitamos llegar a ningún sitio tan sólo esperar que la postura vaya llegando a nosotros, para de esa manera disfrutar de sus plenamente.


A disfrutarla!!!!


Secuencia inspirada en su mayoría por el libro de Bernie Clark "Guía completa del Yin Yoga".




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