Yin Yoga
2º y 4º Viernes de cada mes
20:00 a 21:30
´'No importa la forma, importan las sensaciones'
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En una sociedad, la occidental, en la que habitualmente practicamos un yoga que tiende a lo dinámico es posible que sólo estemos experimentando una parte de él, obteniendo tan solo parte de sus beneficios. El Yin Yoga puede ser la otra parte.
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En yogas como el dinámico, vinyasa, hatha, ashtanga, integral...la práctica está diseñada para trabajar principalmente con la parte muscular de nuestro cuerpo, los tejidos yang. El yin yoga, al trabajar en frío y manteniendo las posturas durante un tiempo prolongado, nos permite incidir sobre los tejidos yin, tejidos más profundos como ligamentos, articulaciones y redes fasciales, incluso los huesos. Para eso es necesario rendirse, disponernos en un modo pasivo y permisivo, liberándonos de necesidad de metas en la asana para nutrirse de ella. Al final los objetivos son los mismos o muy parecidos a cualquier otra práctica, la gran diferencia vendrá de como abordemos esa práctica.
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El yin yoga nos propone periodos amplios de quietud, en los que prestar atención a todo lo que está ocurriendo en este preciso momento, en los que permitirnos aceptar que lo que está ocurriendo en este preciso momento es justo lo que debería estar sucediendo en este preciso momento.
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ACEPTACIÓN, esa es la esencia de la práctica de Yin.
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¿Cuáles son los beneficios del Yin Yoga?
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Aunque los beneficios del Yin Yoga son muchos, esta práctica permite que la energía vital (prana) del cuerpo pueda movilizarse libremente a través de los meridianos (canales energéticos denominados nadis en Ayurveda). Esto posibilita revitalizar los órganos, pacificar considerablemente la mente y trabajar sobre la estructura del tejido conectivo (fascia), tendones y ligamentos.
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*Mejor salud fascial y articular.
*Aumento de la movilidad.
*Mejor funcionamiento orgánico.
*Revitaliza y aumenta tu energía.
*Quietud mental y reducción de estrés.
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